miércoles, 24 de octubre de 2007

Las despedidas



Siempre dijeron que las despedidas son tristes.
Pero para que pueda haber una despedida, antes ha tenido que ocurrir un encuentro.
Y los encuentros son bellos.
Cuando te encuentras con una persona por primera vez y proyectas en ella todo lo que tú no puedes conseguir por ti mismo, todo su ser se convierte en la profecia autocumplida.
y la situación se envuelve de misterío, curiosidad, deseo y placer. De ahí puede sugir la amistad o el amor.
Hay dos clases de despedidas, las que se producen por desencuentros y aquellas que ocurren cuando un ser querido se marcha de tu vida.
Los desencuentros son tristes, desesperanzadores, llenos de rencor y desamor. Tal vez de odio.
Las partidas te dejan un sabor agridulce en los labios. Es la sensación de como si te arrancaran un pedacito que te pertenecio durante algún tiempo. Pero siempre quedara el olor de su esencia, escondido en un recuerdo.
Merece la pena la partida, si antes pude disfrutar del encuentro.
Gracias!

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