domingo, 16 de noviembre de 2008

Recorriendo la ciudad


Recorro las calles de la ciudad, me cruzo a diario con decenas de rostros anónimos. De pronto, uno de esos rostros, capta toda mi atención, y no puedo parar de mirar hasta q no pasa de largo y se aparata de mi vista. Me divierto imaginando las historias vividas que hay detrás de cada persona, de cada lugar. Caras sin nombre, rostros con vida, alegres, tristes, nostálgicos, soñadores....y mi mente vuela sin rumbo, como sin rumbo van mis pies. Es la sensación de estar sentada viendo una obra de teatro. De pronto, una sonrisa, una mirada que busca la mía, un gesto cordial, una palabra amable, me devuelven de mi mundo ilusorio al mundo real, percibo que existo, mis pasos se desacompasan del resto y cobran una dirección, y mi vida un sentido.