domingo, 16 de noviembre de 2008

Recorriendo la ciudad


Recorro las calles de la ciudad, me cruzo a diario con decenas de rostros anónimos. De pronto, uno de esos rostros, capta toda mi atención, y no puedo parar de mirar hasta q no pasa de largo y se aparata de mi vista. Me divierto imaginando las historias vividas que hay detrás de cada persona, de cada lugar. Caras sin nombre, rostros con vida, alegres, tristes, nostálgicos, soñadores....y mi mente vuela sin rumbo, como sin rumbo van mis pies. Es la sensación de estar sentada viendo una obra de teatro. De pronto, una sonrisa, una mirada que busca la mía, un gesto cordial, una palabra amable, me devuelven de mi mundo ilusorio al mundo real, percibo que existo, mis pasos se desacompasan del resto y cobran una dirección, y mi vida un sentido.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hacía ya tiempo que no me dedicaba a eso de recorrer calles, con esto de tener coche uno se olvida de estas cosas, esos pequeños detalles que sólo son apreciables a pie de acera. Gracias por recordarlo. Hoy he vuelto a casa andando.

Un beso!

Ruben y Marga dijo...

ojalá yo pudiera volver a casa andando tras un duro día de trabajo!!

Anónimo dijo...

Isa, qué bonita forma de describir lo que sentimos cuando nos cruzamos con los demás...volamos y volamos, imaginamos sus historias de vida...me pregunto siempre si a la persona que miramos, imaginará también nuestra historia de vida...

Un abrazo
Sandra

Hilario dijo...

Muy bonito e interesante todo lo que dices, pero sobretodo me gusta cómo lo dices. He leido sólo un par de entradas y he parado, porque ya tengo mucho para reflexionar. Te enlazo en mi blog porque me ha gustado, ya nos leemos. ¡Ánimo!